Descripción
Darse un chapuzón en el lodo, luchar contra una tempestad de viento y nieve, jugar con los amigos o disfrutar del paisaje son parte de la vida cotidiana de un cerdito.
-¿¿De un CERDITO??- gritaría el protagonista de esta historia si leyese lo que acabamos de leer – ¡¡Yo no soy un cerdito!! Soy un CERDO CERDO.
Un juego de onomatopeyas y repeticiones acumulativas teatralmente indignadas, pero llenas de ternura, perfecto para la lectura compartida con los más pequeños.