Descripción
Un texto en prosa tan poético que es casi imposible no sentir la necesidad de al menos murmurarlo: las palabras del oso que Julio Cortázar imagina subiendo y bajando por las cañerías del edificio, haciendo compañía a los vecinos con sus ruidos y caricias, son sentimientos puros que observan nuestra vida cotidiana con la curiosidad de un niño. Las imágenes brillantes de Emilio Urberuaga acercan sus misterios a los lectores.
Para disfrutar de la lectura en voz alta y del placer de escuchar la voz de quien narra.
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